Por: La Redacción.
Chihuahua, Chih., a 23 de agosto del 2022.- La Fiscalía General de la República (FGR), informó que Arturo Quintana “El 80” fue entregado al Gobierno de los Estados Unidos bajo un proceso de extradición para que enfrente su responsabilidad por los delitos de asociación delictuosa y contra la salud.
La solicitud de extradición contra Arturo Quintana “El 80” fue a solicitud de la Corte Federal de Distrito para el Distrito de Nuevo México, en base al cumplimiento de Tratado de Extradición firmado entre México y los Estados Unidos de América.
Arturo Quintana “El 80” es considerado como presunto integrante del cártel de la Línea responsable de dirigir administrar y vigilar las actividades de tráfico de droga en el estado de Chihuahua hacia Nuevo México.
Por lo anterior, la FGR solicitó al Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en el Estado de México, con sede en Almoloya de Juárez, orden de detención provisional con fines de extradición en contra de este individuo, misma que fue cumplimentada en el 2018. La entrega se realizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Toluca, Estado de México, a los agentes estadounidenses designados para su traslado a dicho país.
Arturo Quintana alías «El 80», fue el líder del cártel de Juárez o la Línea que se enfrentó eternamente contra el cártel de Sinaloa, su historia inicio en febrero del 2009 tras suscitarse un enfrentamiento entre sicarios y efectivos del ejército mexicano en el municipio de Villa Ahumada, donde fueron abatidos 20 civiles y un soldado.
Se sabe que “El 80” en sus inicios fue escolta de importantes personajes dentro del crimen organizado, sin embargo, su personalidad de un carácter fuerte lo llevó a convertirse en el líder criminal más buscado, no solo por el Gobierno de Chihuahua, sino por la DEA quien como vemos no descansó hasta lograr extraditarlo para juzgarlo por los delitos antes mencionados.
Quienes conocieron a Arturo “El 80” cuando era joven, lo describieron como “un muchacho aguerrido con una vida difícil, serio sigiloso con un gusto por las armas”. Fue apodado como “El 80” porque es la clave con la que en el círculo policiaco se le llama al gobernador del estado.
Hablar de Arturo “El 80” en la historia de noroeste del estado de Chihuahua, es recordar la irrupción del crimen organizado en las estructuras de la política estatal, pues el poderío tanto económico, como de violencia llevó a que este personaje “negociar” las candidaturas de las alcaldías en esta zona del estado, incluyendo las plazas de la Policía Municipal, así lo describió la periodista Miroslava Breach Velducea antes de ser asesinada al salir de su casa el 23 de marzo del 2017.
Tras el asesinato de Miroslava Breach Velducea, Arturo Quintana “El 80” se le atribuyó en su momento con el crimen de la periodista, debido a que en la escena del crimen los atacantes dejaron una cartulina con un mensaje donde se le atribuía el ataque.
Sin embargo, luego de las investigaciones dentro del asesinato de la corresponsal de La Jornada, la línea de investigación contra “El 80” fue descartada por considerarla un “distractor del móvil” real del crimen y finalmente se determinó que los responsables del crimen de Miroslava Breach Velducea se dirigió al cártel de Sinaloa, es decir al brazo armado de los Salazares, al grupo contrario de la Línea que estaba bajo el mando de Arturo Quintana.
La leyenda de “El 80” se hizo más presente pues al “comprar las voluntades” de las autoridades en la zona noroeste del estado por lo que el corredor comercial comprendido por los municipios de Buenaventura, Namiquipa, Bachíniva, Carichí, Soto Máynez, Cuauhtémoc y Guerrero se convirtió en la ruta para el trasiego de la droga de Arturo Quintana, esto sin ser molestado convirtiéndose en uno de los más buscados del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), esto de acuerdo a información de la Fiscalía General del Estado (FGE).
El cártel de “La Línea” en la zona noroeste de Chihuahua, estaba integrado bajo el mando de Arturo Quintana por más de 100 personas que operaban a lo largo de la frontera de Ciudad Juárez y Texas.
Fue través de amenazas y de compra de voluntades, los jefes policíacos actuaron como “grupos protectores” así como delatores de movimientos de los operativos de seguridad que eran desplegados para lograr su detención, la cual finalmente se realizó el 16 de mayo del 2018 en el municipio de Namiquipa.
La detención de Arturo Quintana se realizó “sin realizar ningún disparo” informó el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia quien detalló que el aseguramiento se realizó derivado “a trabajos de inteligencia, en la cual elementos de élite de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Federal”.
De acuerdo a información proporcionada por la DEA, Arturo Quintana “El 80” encabezó no solo el trasiego de droga a los Estados Unidos a través de la frontera entre Chihuahua y El Paso, Texas, sino fue considerado el principal generador de violencia por sus confrontaciones contra el cártel de Sinaloa, principalmente contra de Rafael Caro Quintero hoy preso por el gobierno mexicano e Ismael “Mayo” Zambada, líder también del cártel de Sinaloa.
La DEA señala que el narcotráfico en México se encuentra en constante movimiento tras la generación de nuevas organizaciones destacando: el cártel de Sinaloa, Nueva Generación de Jalisco (cártel Jalisco Nueva Generación, o CJNG), Juárez, el del Golfo, Los Zetas y Organización Beltrán-Leyva.
Según la DEA, el cártel de Juárez trafica mensualmente cientos de kilos de cocaína y toneladas de marihuana a través de la frontera con Ciudad Juárez y también en la de Palomas-Columbus y al este de la entidad, en Ojinaga-Presidio, considerándose el sexto más fuerte, por lo que sus operaciones continúan impactando al mercado de consumidores en El Paso, Denver, Chicago y la ciudad de Oklahoma y trafica por lo común marihuana y cocaína, aunque recientemente se ha expandido a la distribución de heroína y metanfetamina en Estados Unidos.
Los principales cruces de droga que realiza esta organización ocurren en el área de El Paso y regiones rurales al oeste de Palomas (al sur de Columbus, Nuevo México) y Ojinaga (al sur de Presidio, Texas).