Vivir en Doña Ana

Primer testigo protegido, objetivo: Cárcel a Corral

Por: Alejandro Borja

Eduardo Fernández Herrera, es el primer testigo que logra el fiscal anticorrupción Abelardo ”El Pavo Real” Valenzuela, en su labor de buscar elementos para meter al bote al gobernador más indolente que ha ocupado la Casa de Gobierno de la calle Aldama, en la ciudad capital…exacto, nos referimos al regular jugador de dominó, al igualmente regular jugador de Tenis y de golf y más que mediocre ex gobernador Javier Corral.

Lalo Fernández, de los fundadores de MORENA en la entidad, pero a quién se le paró el águila con el PAN, sobre todo por ser sobrino de dos santones del Blanquiazul: Luis y Tito Herrera; era lógico que el primer miembro del gabinete corralista en caer fuera él; antes de tomar posición la gobernadora María Eugenia Campos, ya se tenía prácticamente integrada una carpeta de las irregularidades que cometió siendo Jefe Administrativo de la Fiscalía General del Estado.

En la mencionada posición, creó tres empresas con prestanombres y direcciones fantasmas a las que hacía todo tipo de compras: desde cuartillas y lápices, hasta chalecos antibalas. Esta carpeta aún no la ha dado a conocer El Pavo Real Valenzuela, en realidad se le vinculó a proceso judicial, por irregularidades en la contratación de un préstamo por 400.3 millones de pesos.

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Su carácter de naturaleza histérica y sus debilidades de personalidad lo hacían el personaje ideal para ser doblado pronto y lograr su colaboración para el objetivo último e incluso único: meter a la cárcel al holgazán de Corral Jurado, aunque el procrastinador de  Javiercito, como le decían los viejos panistas, quienes lo impulsaron y patrocinaron por años, con la esperanza de tener un buen elemento en el poder Legislativo, ya que lo estimaban mucho, pero, viejos zorros, sabían que su chiste era hablar, que no había capacidad para un trabajo administrativo o un trabajo a secas. Don Poncho Arronte, constantemente le decía: “no se vaya a calentar con ser presidente municipal, a usted lo necesitamos en el Congreso”, era sabio el viejo panista. Disculpen la digresión .

Comentábamos que Lalo Fernández, era a ojos vistas el delator más probable, entre otras cosas por sus indefiniciones de carácter y personalidad histérica, aquí atinó El Pavo Real. Otra de las “virtudes” de Fernández Herrera, es que su salida de la Secretaria de Hacienda de Gobierno del Estado, fue luego de un pleito a gritos con su jefe Arturo Fuentes Velez, actualmente prófugo de la justicia, también modosito y de carácter frágil, de hecho El Pavo Real Valenzuela, podría tener un excelente testigo protegido si logra la detención de el ex secretario de Hacienda, también se dobla fácil.

La gobernadora lo dijo en su toma de posesión: (para Duarte y Corral) “ni perdón ni olvido”, ésta frase encierra para Duarte ingratitud, por la cantidad de favores y millones recibidos, y para Corral Jurado, venganza. Por el primero poco puede hacer, pero al segundo lo quiere hacer pagar su persecución, su vinculación a proceso, el haber que tenido que poner su casa como garantía para llevar su proceso judicial en libertad y la colaboración con MORENA en las elecciones a cambio del Consulado en Sevilla.

Son muchos los motivos para la venganza y ésta empieza a vislumbrarse, sin embargo, no significa que Javiercito tenga un pie en la cárcel, ya que aunque irregularidades y robadero hubo mucho, como siempre, el asunto es comprobarlo y aunque finalmente no es “El niño maravilla” como le decía su primer mentor en Juárez, quedó más que comprobado en su paso por la gubernatura; Javiercito debe estar razonablemente tranquilo porque la perfección no existe… ni tratándose de pendejez.

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