Vivir en Doña Ana

Con Xóchitl llegó la incertidumbre

Por: Alejandro Borja

Chihuahua, Chih., a 10 de julio del 2023.- Hace menos de un mes, el panorama político era aburrido y previsible: las campañas internas de MORENA definirían al próximo presidente de la República se repetía en los mentideros políticos, que quien ganara la encuesta de MORENA, para ser “defensor de la 4T”, era en automático el próximo presidente o presidenta  de México, como en los viejos tiempos del PRI, cuando el Solitario de Palacio, en sus soliloquios y sus cálculos personales determinaban  él y sólo él quien sería el “destapado” y con ello su sucesor.

No era sólo capricho personal, ya se ha estudiado mucho al respecto y se hacían consultas informales entre los diversos sectores del partido, se hablaba con empresarios, se sopesaba el desempeño, se venían pros y contras, se enviaban señales; se analizaban respuestas a estas señales… en fin había todo un proceso aun cuando la decisión era unipersonal, igual que ahora con MORENA.

Las señales desde hace más de 20 meses fueron claras; Andrés Manuel López Obrador constantemente hacia ver, hacía sentir, que la decisión por él tomada era que le sucediera Claudia Sheinbaum, la hizo crecer, auspicio su larga campaña para ser competitiva…pero para Marcelo Ebrard, “Los Pinos pudieron esperar” en 2011, tenía 52 años; ahora con 63, Palacio Nacional no puede esperar, por eso el ex canciller luchó por acelerar los tiempos y lo logró.

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Sus declaraciones de que todos los aspirantes deben renunciar, fueron finalmente atendidas, ya miembros importantes de su equipo semanas atrás habían renunciado y estaban de tiempo completo en la precampaña y lo que seguía es que propio Ebrard Casaubón, sin esperar permiso renunciara.

Con la ventaja generada en dos años a favor de Sheinbaum Pardo, había un riesgo, pero el presidentes que tienen una magnífica opinión de si mismo como estratega electoral, lo veía como un riesgo controlable; las reglas impuestas así lo garantizaban: no habría debates, ni propuestas, ni posibilidades de contraste, así se aseguraba la ventaja adquirida por Claudia en el proceso de 60 días.

Todo bien, pero aparece la incertidumbre…

Llegó Xochitl Gálvez

La irrupción de esta mujer de origen otomí, fue inesperada, fue como un remolino; descuadró todos los planes del presidente López Obrador al grado de que esta marcando agenda, se la arrebató de las manos al rey de las Mañaneras. Para nada estamos diciendo que el fenómeno mediático que se dio con su presencia le ha ganado la presidencia; no, de sus posibilidades reales hablamos en enero, aún es muy temprano y ni siquiera es la precandidata.

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Pero Claudia Sheinbaum se desdibuja, nadie la ve ganando un debate frente a Gálvez Ruiz, sólo imaginarlo resulta catastrófico para la morenista, no sólo sería la oportunidad de contrastar, sino que dejaría en claro que los contrastes son abismales y quien más puntos de identificación tienen con el “pueblo bueno” es Xóchitl y no Sheinbaum.

En este momento hablar de grandes posibilidades de que Xóchitl gane las elecciones presidenciales es por lo menos muy arriesgado, ya que serán determinantes las estructuras de tierra para la movilización del voto y MORENA tienen 23 gubernaturas.

Lo que si podemos decir ya, es que Marcelo Ebrard puede ser el beneficiado con la irrupción de Xóchitl, ya que en los primeros careos se ven mucho más competitivo frente a Gálvez Ruiz que Claudia y el presidente, hombre pragmático, no va a arriesgar la sucesión por filias personales…seguiremos atentos.

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